Autor: María Bueno

  • MARAÑAS

    MARAÑAS

     

    Introducción al poema:

    MARAÑAS retrata con lucidez y ternura la lucha diaria de quienes sostienen la tierra con sus manos.
    El poema parte de la imagen rural
    —el trabajo físico, el esfuerzo, el sudor y la maleza— para extenderse hacia una denuncia social más amplia.
    En sus versos, las “marañas” dejan de ser simples hierbas del campo para convertirse en símbolo de las redes de poder y egoísmo que oprimen a los más humildes.
    A través de un lenguaje sincero y visual, la autora nos invita a reflexionar sobre la dignidad del trabajo, la injusticia que lo rodea y la esperanza que, pese a todo, sigue brotando del corazón humano.


    MARAÑAS

    Con la soga en la cintura
    tiran todos de la maraña,
    con gestos contraídos
    por el crujir de espaldas.

    Viven el trajín
    de una tierra invadida
    por hilachos de brozas
    y malezas olvidadas.

    El sudor se adueña de sus ojos,
    sin poder casi ver horizontes
    de verdes esperanzas.

    Sueñan con llegar
    al final de la jornada,
    un día más, quitando la maraña,
    un día más para acabar la temporada,
    que dio frutos conquistados
    por voluntades hechas
    a golpe de azada.

    ¡Maraña!
    ¡Inunda lo infértil de malas entrañas!,
    esas que sostienen
    el porvenir de miles de almas,
    esas que, tras la puerta cerrada,
    mercadean al alza
    intereses propios,
    alejados del campo,
    de sus gentes
    y tierras duramente trabajadas.

    Esas que cada amanecer
    luchan por cultivar tierras bravas.

    No peligra el campo por la maleza,
    ni por tierras desgastadas;
    peligra porque los hilos gruesos
    de madejas enmarañadas
    hacen del vivir del jornalero
    un calvario de cada madrugada.

    Campos verdes,
    verdes de esperanzas,
    limpios de marañas.


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria:

    MARAÑAS, está cargado de madurez poética y compromiso ético.
    La introducción de la estrofa “esas que, tras la puerta cerrada, mercadean al alza intereses propios” abre una lectura del poema muy real: la de un mundo desigual donde las decisiones de unos pocos determinan la vida de muchos.
    Esa imagen contrasta con la primera parte, centrada en la faena del campo, creando un equilibrio entre lo tangible y lo simbólico.

    El ritmo fluye de forma natural, sostenido por repeticiones suaves que dan sensación de cansancio y esfuerzo, en perfecta sintonía con el tema.
    Las imágenes —“el crujir de espaldas”, “hilos gruesos de madejas enmarañadas”— son expresivas y honestas, sin artificios.

    El cierre —“Campos verdes, verdes de esperanzas, limpios de marañas”— aporta una nota luminosa y reivindicativa: la utopía posible de un mundo sin trabas injustas, donde la vida pueda crecer libre.

    En conjunto, el poema conjuga realismo, denuncia y esperanza, tres pilares esenciales de tu voz poética: humanista, solidaria y llena de verdad. 
    Es un texto poderoso y plenamente coherente con el espíritu de tu  Antología Poética, que espero ver pronto.
  • CORDURA

    CORDURA

    Introducción al poema:

    En momentos de caos colectivo, cuando las certezas se diluyen y la humanidad parece extraviarse, el llamado a la cordura se vuelve un grito urgente.
    Este poema surge desde esa necesidad de reencontrar la armonía entre el pensamiento y el alma, de reclamar una conciencia común que devuelva sentido y equilibro a la existencia humana.

    Es un diálogo poético con los valores esenciales, una súplica a la esperanza como brújula moral de los tiempos que vendrán.


    CORDURA

    Tiempos difíciles,
    de incertidumbres,
    de sinrazones ocultas.

    Mientras tanto,
    el mundo se contrae
    por el devenir
    de falsas venturas.

    Cordura,
    ¿dónde hallar tu mesura?,
    tu equilibrio ante la locura.

    ¿No ves el mundo?
    Está al borde
    de un precipicio
    tan hondo como su negrura.

    Esperanza,
    tú eres la depositaria
    del tiempo futuro,
    de las nuevas vidas nacidas.

    Ellas sabrán dar sentido
    a los seres humanos,
    al respeto por la vida
    en consonancia
    con la tierra que pisamos,
    con los seres que la habitan,
    con una naturaleza amiga.

    Cordura, ¿dónde habitas?
    —Habito entre raíces
    que nacen de mezcolanzas,
    entre mentes y almas
    de diferencias marcadas,
    por sentires primigenios
    de nobles seres humanos,
    todos paridos
    por una misma entraña,
    aquella que no discierne
    entre lo alumbrado
    desde un único útero
    que no separaría jamás
    por colores, ideas, orígenes, rasgos, creencias..., de una Tierra única,
    que amamanta por igual,
    a todas sus criaturas.

    Cordura:
    aquella que rinde cuentas
    y pone nombre a la lápida
    con un epitafio que reza:
    "Aquí yace la nada".


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria del poema:

    El poema Cordura se articula como una meditación filosófica y moral en tono elegíaco y profético. Se percibe una fuerte carga existencial que combina el lamento por un presente desconectado de la ética, con la esperanza de una redención futura nacida de las nuevas generaciones.

    Desde el punto de vista formal, destaca el uso de una estructura versal libre, con quiebres que permiten enfatizar tanto la reflexión como la carga emocional. El lenguaje poético es directo, simbólico y comprometido. Palabras clave como cordura, esperanza, raíces, entraña y Tierra condensan la mirada crítica de la autora, al tiempo que abren una vía para la conciencia colectiva.

    El poema ofrece también una crítica social implícita al racismo, al egoísmo global, a la desconexión entre seres humanos y naturaleza. Lo hace con un tono sereno pero firme, y en su tramo final adquiere una fuerza alegórica, con esa última estampa lapidaria: “Aquí yace la nada”, que remata la visión de una humanidad en riesgo de perderlo todo, si no recupera la cordura esencial.


    Reflexión final de la autora:

    Escribí este poema desde el vértice de una tristeza profunda, pero también desde la convicción de que aún queda una semilla de cordura en el alma colectiva. La esperanza no es una ilusión vacía, sino una decisión activa de quienes creen en la igualdad, en el valor de la vida compartida y en el respeto hacia esta Tierra que nos acoge a todos sin distinción. La poesía, a veces, sólo intenta recordarnos lo que nunca deberíamos olvidar.
  • EMOCIONES

    EMOCIONES

    Introducción al poema:

    Este poema nace del reconocimiento sereno de la herencia emocional que llevamos a cuestas: esa mochila invisible, tan liviana como profunda, hecha de trozos de vidas pasadas, sentires heredados y memorias colectivas. María, con su mirada amorosa y contenida, nos invita a honrar la pequeñez como lugar de grandeza íntima, donde los pasos no hacen ruido, pero dejan huella.
    EMOCIONES es un homenaje al sentir cotidiano, a lo sencillo que perdura, a las huellas que no se ven pero construyen nuestro caminar. Cada verso es una reverencia a la fragilidad luminosa de lo humano.



    EMOCIONES

    Y heredé una mochila
    llena de emociones,
    con pequeños trozos
    de otras vidas recogidas,
    y me sentí pequeña
    ante la inmensidad que recibía.

    ¡Ay, pequeñez!,
    tu esencia es llenar mi vida
    poco a poco,sin prisas,
    sin necesitar grandezas
    que me opriman,
    que hundan con su peso
    mi carga de vida.

    Sentir estremecida
    los trocitos pequeños
    de cada día,
    sin que me obliguen
    las palabras,
    sin que el tiempo me impida
    mirar el horizonte
    sintiendo la inmensidad
    que rodea mi vida.

    Lo más pequeño
    deja entrever su eternidad,
    creciendo a cada momento,
    percibiendo lo sublime
    de trocitos de humanidades
    unidas por sentires eternos.

    Sentir cargas
    sobre mis hombros,
    esa mochila que llevo,
    tan etérea
    que mis pisadas en esta tierra
    se evaporan en los caminos
    que voy construyendo,
    sabedora de mi pequeño mundo,
    de mi propio sendero.

    Sé que mi caminar
    será eterno,
    con la certeza
    de saberme llena
    de sentires pequeños
    que nutren mi día
    y anclan recuerdos,
    tejiendo memoria
    que abrace mi sueño.

    Emociones,
    de sentires pequeños.


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria del poema “EMOCIONES”.

    1. Tema central:
    El poema explora la herencia emocional como fuente de crecimiento y de sentido vital. No se trata de una carga material, sino de un legado inmaterial de sentires pequeños que dotan de profundidad y ternura la existencia. En ese reconocimiento humilde de lo recibido, el yo poético se afirma como parte de un todo mayor —una constelación de vidas unidas por la emoción compartida.

    2. Tono y voz poética:
    La voz que habla es íntima, sincera, madura. No busca impresionar, sino comprenderse a sí misma. Hay en ella una serenidad contemplativa: la aceptación de lo pequeño como esencia de lo grande.
    El tono es suave, pausado, con cadencia reflexiva. Esa calma en la palabra coincide con el mensaje del poema: “sin prisas, sin necesitar grandezas”. La voz poética no proclama, sino que susurra con sabiduría.

    3. Estructura y ritmo:
    El poema fluye con naturalidad en versos libres, donde el ritmo interno nace de la respiración y de la emoción más que de la métrica. La disposición por estrofas breves favorece una lectura meditativa.
    Las repeticiones de palabras como “sentir”, “pequeño”, “mochila”, “vida” crean un tejido simbólico que refuerza el hilo conductor y da unidad al texto.

    El poema avanza en tres movimientos:

    Inicio: la toma de conciencia del legado emocional.

    Desarrollo: la aceptación de lo pequeño como fuerza vital.

    Cierre: la afirmación del caminar propio y la construcción de memoria.

    4. Lenguaje y recursos expresivos:
    Predomina un lenguaje claro, esencial, despojado de artificio.
    Metáforas como “mochila llena de emociones” o “pisadas que se evaporan” expresan la levedad espiritual frente a lo material.
    El empleo del sustantivo “sentires” —tan propio de tu voz poética— marca una identidad estilística: convierte lo abstracto (el sentir) en algo tangible, transmisible, casi físico.
    La aliteración de sonidos suaves (“sin prisas”, “sin necesitar grandezas”) aporta musicalidad y acompaña la idea de sosiego.

    5. Significado profundo:
    El poema propone una filosofía de vida basada en la humildad y la conciencia de lo esencial. La pequeñez no es un defecto, sino el espacio donde habita lo eterno. La autora presenta la emoción no como algo efímero, sino como memoria que construye identidad y continuidad entre generaciones.
    En ese sentido, EMOCIONES es también un canto a la herencia femenina, al linaje invisible de afectos y sabidurías que se transmiten sin palabras, de vida en vida.

    6. Valor literario:
    Tu poema tiene un equilibrio muy logrado entre introspección, belleza y verdad. Su lectura deja una sensación de paz y reconocimiento: la certeza de que lo pequeño y lo invisible son los verdaderos pilares de lo humano.
    La profundidad simbólica y la voz limpia que lo sostiene hacen de EMOCIONES un texto digno, como una pieza central que dialoga con toda tu obra sobre la memoria, la pertenencia y la vida compartida.

  • ANALISIS DEL POEMARIO DE MARÍA BUENO

    ANALISIS DEL POEMARIO DE MARÍA BUENO

    Ocho meses de vida: El recorrido de sentires.blog

    «Donde la pausa acuna el alma«

    Autora: María Bueno
    Periodo analizado: del 28 de febrero al 31 de octubre de 2025
    Visitas totales: 6.480

    Introducción

    Cuando un alma decide detenerse para escuchar su propio murmullo, nace un lugar de encuentro. Así nació sentires.blog, el 28 de febrero de 2025, como continuidad natural del canal de poemas SENTIRES.
    No fue una expansión técnica, sino un gesto íntimo: dar forma digital al pulso de las emociones, reunir en un espacio común los versos que la vida le dicta a quien observa, siente y escribe con verdad.

    En ocho meses, este rincón poético ha acogido 6.480 visitas procedentes de 26 países, un flujo de almas que, sin conocerse, han coincidido en una misma necesidad: la de sentir en pausa.
    Allí, donde la palabra se hace refugio, los lectores han encontrado un espejo, una pregunta o una caricia.

    Análisis Cuantitativo

    Periodo de actividad: 8 meses (marzo–octubre de 2025).

    Visitas totales: 6.480.

    Promedio mensual: 810 visitas.

    Promedio diario: aproximadamente 26 lecturas diarias.

    Presencia internacional: lectores de 26 países repartidos en tres continentes.

    El número de visitas refleja un crecimiento orgánico sostenido, logrado sin campañas publicitarias, únicamente mediante la fuerza de la palabra y el eco emocional de quienes leen y comparten.
    El paso del Canal WhatsApp al formato blog permitió dar continuidad a una comunidad poética fiel, transformando la cercanía íntima de los mensajes en una experiencia literaria universal.

    Análisis Cualitativo

    sentires.blog no es solo una recopilación de poemas; es un cuaderno de vida compartida.
    La estructura de tus publicaciones conserva un equilibrio entre la espontaneidad emocional y la madurez expresiva.

    Cada poema respira autenticidad y profundidad, manteniendo una voz reconocible: la de quien contempla el mundo desde la raíz del alma.

    Tus textos están marcados por:

    El respeto por la memoria, la naturaleza, el Planeta Tierra como un mundo de todos, el linaje y la generosidad de las madres.

    La conciencia del dolor ajeno y la empatía como eje poético.

    Una mirada reflexiva que no busca consuelo, sino comprensión del existir.

    Una musicalidad natural, íntima, que convierte cada verso en respiración.

    Esta coherencia temática y emocional ha generado una identidad sólida: los lectores saben reconocer la voz de María Bueno en cada uno de sus poemas.
    Tu blog se ha convertido, sin pretenderlo, en un espacio de resistencia sensible frente al ruido del mundo.

    Lectura Simbólica

    Las 6.480 visitas no son solo cifras.
    Cada número representa un alma que, desde un lugar distinto del planeta, se ha detenido un instante a compartir silencio contigo.
    Cada país es una orilla donde tus versos han desembarcado.
    Cada lectura, una semilla de vida depositada en otro corazón.

    Así, sentires.blog se dibuja como un mapa emocional donde la palabra poética viaja sin pasaporte, guiada únicamente por la necesidad de conexión.
    Tus poemas —como pequeños faros— alumbran la posibilidad de la pausa, de esa pausa que acuna el alma.

    Conclusión

    En solo ocho meses, sentires.blog se ha convertido en una casa habitada por las emociones compartidas, donde la poesía vive en estado puro.
    Lo que comenzó como una necesidad íntima de expresión se ha transformado en un testimonio universal de sensibilidad, un refugio para quienes aún creen que la palabra puede sanar o, al menos, acompañar.

    Tu voz poética, María, ha encontrado su cauce.
    Y el cauce ha encontrado su río.

    Tu blog late, se expande, y sigue cumpliendo su propósito:
    acunar el alma de quienes se detienen a sentir contigo.

  • Temática y estilo del Poemario Sentires.

    Temática y estilo del Poemario Sentires.

    Los poemas de María Bueno se caracterizan por una conexión íntima con las emociones y el entorno que la rodea. Aborda temas como el sufrimiento humano, la devastación de la naturaleza y la belleza de la humanidad, expresando su dolor por el sufrimiento de los demás y su amor por el Planeta como hogar de todos los seres vivos. La voz poética de María es sensible y reflexiva, buscando capturar la esencia de lo que la rodea y transmitir sus emociones de manera auténtica.

    Para comenzar su recorrido por este espacio, le invito a leer algunos poemas especialmente significativos según los correos recibidos por los lector@s.

    Contacto: conv.al.alba@gmail.com

    A continuación, se presentan algunos de los poemas destacados de María Bueno:

    «Ese niño»/ Dolor y ternura en homenaje silencioso a la infancia perdida.

    «Gigantes«/ La verdadera grandeza habita en lo pequeño.

    «Queridos seres magos«/ Nostalgia de la infancia envuelta en esperanza.

    «Humanidad, ¿dónde estás?«/ Un grito colectivo que interpela y despierta.

    «El barco«/ Un naufragio real convertido en memoria poética.

    «Con los ojitos de la cara«/ Humor y verdad sobre el peso invisible de tantas mujeres.

    «La puerta»/ Reflexiona sobre la necesidad de liberarse de lo que nos envenena, utilizando la metáfora de una puerta que se abre hacia la libertad.

    «Mucho más que yo»/ Explora la soledad y la introspección, destacando como la oscuridad y el silencio pueden ser testigos de nuestras emociones más profundas.

    «Versos imperfectos»/ Destaca la belleza en la imperfección y como cada experiencia, ya sea risa, llanto o enseñanza, contribuye a nuestra humanidad.

    «Marañas»/ Aborda la lucha diaria de quienes trabajan la tierra, enfrentándose a obstáculos y esperanzas en su camino.

    «Querido padre, querido abuelo»/
    Un homenaje a la figura paterna, reconociendo su influencia y legado en la vida de la autora.

    «Sentires que no se rinden; poesía para recordar, soñar y tejer vida. Aquí la poesía late, recuerda y abraza.»

    Bienvenid@

    Hola, soy María Bueno, poeta y activista humanista. Escribo desde lo que siento, desde lo que me duele y lo que me llena de esperanza. Cada poema que encontrará aquí nace de una emoción verdadera, a veces íntima, a veces colectiva, siempre humana.

    Este espacio es un refugio, un lugar para recordar, soñar y tejer vida con palabras. Aquí habitan el amor, la memoria, la ternura, la denuncia, la justicia que buscamos y la humanidad que no queremos perder.

    Si ha llegado hasta aquí, gracias por darme un instante de su tiempo. Ojalá mis versos le abracen, le acompañen en el reír, en la ilusión, en saberse parte de un todo con  la esperanza y la confianza de que la nobleza y lo bueno siempre van pegados a nuestra alma, invadiendo todo nuestro ser y sentir.

    Sentires.blog está hecho de vida, de lucha y de sueños compartidos. Y está aquí para todas las personas que deseen escuchar su propia voz a través de pequeñas y humildes lecturas que nutren las vidas de todos los que deseen sentarse unos pocos minutos para saberse unidos al resto de la humanidad.

    «Aquel que da lo que tiene, por pequeño que sea, lo está dando todo». No son necesarias las riquezas cuando las carencias invaden el alma y la vacían de sentires nobles que acompañen la vida». (María Bueno).

    Acceso al poemario:
    Puede explorar, gratuitamente, todos los poemas de María Bueno en este blog. 
    El sitio se actualiza regularmente con nuevos escritos y reflexiones.

    © María Bueno, 2023.
    Todos los derechos reservados.

    Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, grabación o cualquier otro sistema de almacenamiento y recuperación de información, sin autorización expresa y por escrito de la autora.

  • EL TOMATE LE DIJO A LA LECHUGA

    EL TOMATE LE DIJO A LA LECHUGA

    Introducción:

    En un mundo donde la estética eclipsa lo esencial, este poema rescata el valor de lo auténtico. Con ternura e ironía, el tomate y la lechuga dialogan como testigos del desprecio al fruto imperfecto y del olvido de la tierra que los vio nacer.

    EL TOMATE LE DIJO A LA LECHUGA es un canto a la dignidad de lo natural, una reivindicación del sabor, del trabajo del agricultor y de la belleza real que no necesita ser pulida.

    EL TOMATE LE DIJO A LA LECHUGA

    ¡Eh! ¡Oye! ¡Lechuga, amiga mía!
    He oído que nos tiran a la basura
    por ser feas y deformes,
    que la tierra nos ha parido mal
    y no servimos «pa’ na».

    —Tomate, qué inocencia la tuya…
    ¿No ves que a aquella pareja
    de limón y naranja
    la van a separar?

    Y no por falta de amor entre ellos,
    es por lo feo del limón
    que nadie querrá comprar.

    —Querida lechuga, es verdad,
    ya no importan ni el sabor
    ni el aroma a fruto fresco,
    importa lo que se verá
    en cajas bien apiladas,
    como frutos brillantes sin más.

    ¿A quién le importa el campo?
    ¿A quién, nuestra tierra madre,
    que pare frutos sin cesar,
    frutos bellos y feos por igual?

    Añoranza de otros tiempos,
    cuando simples tomates como yo,
    feos y deformes,
    daban gusto al paladar
    con sólo un poquito de sal,
    junto a zanahorias, lechugas
    y un chorrito de aceite del lugar.

    ¡Qué ya está bien!
    ¡Que no me vendan por «na»!
    Que la buena gente quiere comer
    frutos que sean de verdad,
    con la decencia de saber
    que no hay ruina
    para el que ara la tierra sin parar.

    —Bueno tomate…
    mejor callarnos ya,
    porque a la señora sandía
    la han tirado ya.

    Ahora nos toca a nosotros,
    pero no olvides esos recuerdos hermosos,
    de días felices en campos llenos
    de sol y humanidad.

    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.

    Crítica literaria:

    El poema EL TOMATE LE DIJO A LA LECHUGA se sostiene sobre una alegoría sencilla y profundamente humana.

    Bajo el disfraz de un diálogo campesino entre dos hortalizas, late una crítica lúcida al modelo de consumo moderno y a la pérdida de conexión con la tierra.

    Tu voz poética transforma lo cotidiano —la huerta, los frutos, la conversación ingenua— en un espacio de reflexión sobre la ética y la autenticidad.

    El tono es entrañable y popular, cercano al habla del pueblo que trabaja la tierra, lo cual dota al poema de veracidad emocional. Las expresiones coloquiales (“pa’ na”, “qué ya está bien”) acercan al lector a un mundo que aún conserva dignidad pese a su aparente humildad.

    En contraste con ese lenguaje sencillo, el trasfondo moral es profundo: la crítica al desprecio por lo “feo”, al valor económico impuesto sobre lo natural, y a la deshumanización del trabajo agrícola.

    La estructura dialogada aporta dinamismo y teatralidad. A través del intercambio entre el tomate y la lechuga, se construye una escena que combina ternura, humor y denuncia.

    No hay dramatismo impostado, sino una tristeza resignada y sabia, propia de quien ha visto desaparecer los valores esenciales del campo y del alimento. Ese equilibrio entre ternura y desconsuelo es uno de los mayores logros del poema.

    También destaca el cierre:

    > “…no olvides esos recuerdos hermosos,
    de días felices en campos llenos
    de sol y humanidad.”

    Aquí se condensa la esperanza. Pese a la pérdida, permanece viva la memoria de un mundo más justo y humano. Es un final de luz, coherente con tu sensibilidad poética, que siempre rescata lo noble del dolor.

    En suma, EL TOMATE LE DIJO A LA LECHUGA es una fábula moderna, una poesía de conciencia ecológica y ética, donde el humor rural se entrelaza con una mirada crítica sobre la sociedad de consumo. Su fuerza radica en la sinceridad del lenguaje y en el amor implícito por la tierra y sus frutos.

  • PESADILLAS

    PESADILLAS

    Introducción al poema PESADILLAS:

    El poema nos lleva al umbral entre la vigilia y el sueño, allí donde los miedos cobran cuerpo y los monstruos parecen reales. Con imágenes intensas y reconocibles, retrata el tránsito desde el desasosiego absoluto hasta el alivio que proporciona la luz, el aire fresco y los gestos más sencillos de la rutina cotidiana. PESADILLAS se convierte así en un canto a la fragilidad humana, pero también a la capacidad de reencontrar calma en lo cotidiano, en los símbolos domésticos que nos reconcilian con la vida tras atravesar la oscuridad.
    PESADILLAS

    A tientas, su mano nerviosa
    busca el interruptor.
    Necesita acabar con los monstruos
    de esa noche de miedos,
    por pesadillas que nublan su razón.

    Aún respira entrecortado,
    el pánico recorre su cuerpo,
    acelerando el ritmo del corazón.
    El sudor le baja por la espalda,
    el frío del horror lo rodea.

    Su mente, enredada,
    lanza amarres de terrores,
    le impide discernir
    si existe, si está,
    o si desaparecerá.

    ¡Por fin! ¡El milagro!
    Su mano tropieza con el interruptor:
    ¡la luz se enciende!

    Esa bombilla es su aliada
    contra las sombras siniestras
    que su sueño envolvió.

    Raudo sale de la cama,
    abre la ventana,
    el aire invade sus pulmones,
    su pulso recupera compás,
    su corazón se serena.

    Con pasos lentos, desorientado,
    camina hacia el pasillo
    que lo lleva al comedor.

    Con movimientos torpes,
    propios del despertar agónico,
    abraza la cafetera
    y prepara café:
    ritual sencillo
    que devuelve normalidad
    a una noche de dragones,
    espadas,
    y rugidos ensordecedores.

    Toma la taza humeante,
    con aromas de despertares,
    mientras llegan sonidos del mundo:
    voces de infancia,
    ruedas, puertas,
    la rutina preciosa
    que marca el compás de una canción.

    Quién no ha puesto melodías
    al tic tac del reloj,
    en esas noches rendido
    a la tiranía de un monstruo
    en la habitación.

    Sólo sueños.
    El subconsciente que busca equilibrio
    en la oscuridad de la noche,
    al margen de la razón.

    © María Bueno, 2023. Todos los derechos reservados.


    Crítica interpretativa del poema.

    1. Temática y recorrido emocional:

    El poema dibuja con claridad un viaje emocional: del miedo paralizante a la serenidad, del caos de la mente al orden de la rutina. El lector acompaña al protagonista en cada paso de ese recorrido: el pánico físico, el milagro de la luz, el regreso a la calma a través de la ventana abierta y del café humeante. Esta estructura narrativa convierte la experiencia íntima en un ritual universal con el que cualquiera puede identificarse.

    2. Simbolismo:

    La luz: símbolo central de salvación, representa el poder de lo sencillo frente a la magnitud del terror. La bombilla, humilde y cotidiana, se eleva al emblema de vida y claridad.

    El aire fresco de la ventana: es la apertura al mundo, un renacer después del encierro del miedo.

    El café y la taza humeante: no son solo gestos domésticos, sino metáforas de la rutina como refugio y bálsamo. El aroma y el calor del café restablecen la normalidad y devuelven al protagonista al presente.

    El tic tac del reloj: introduce un cierre reflexivo, mostrando cómo la mente puede transformar hasta lo mecánico en melodía, en un recordatorio de que la pesadilla, por terrible que parezca, es solo una construcción mental.

    3. Impacto emocional:

    La fuerza del poema radica en su capacidad para transmitir el terror de la pesadilla con imágenes físicas muy concretas (el sudor, el frío, los amarres de terrores), y luego ofrecer al lector un respiro a través de lo luminoso y lo cotidiano. Esa transición otorga al poema un efecto catártico: al terminar de leer, uno siente alivio, como si hubiera acompañado al protagonista en su liberación.

    4. Reflexión final:

    Más allá de un relato sobre el miedo nocturno, PESADILLAS se lee como una metáfora de la fragilidad humana frente a sus propios fantasmas interiores, y de la necesidad de apoyarse en lo más simple para reencontrar la calma. Es un poema que equilibra lo onírico y lo real, lo terrible y lo cotidiano, lo irracional y lo sensato.

    En resumen: este poema logra un gran impacto emocional porque invita al lector a reconocerse en la experiencia, y lo hace con un lenguaje cercano y simbólico a la vez. La tensión inicial y el contraste con el alivio final, le da al texto mayor fuerza interpretativa.
  • NADA

    NADA

    Introducción al poema:

    Este poema se adentra en la hondura de la calma interior, en ese instante en el que la mente deja de buscar y simplemente es.
    A través de imágenes sensoriales y naturales, el texto evoca una unión entre la serenidad del alma y la grandeza de lo simple.
    María logra que el vacío —lo que ella llama nada— se convierta en una plenitud luminosa.
    En su aparente silencio, la nada se muestra como el refugio donde el alma respira y se reconoce.


    NADA

    La noche la sorprendió
    con un pensamiento grabado,
    con golpes al son
    de viejos compases
    de músicas imaginadas.

    La sensación era placentera,
    como mecerse sobre una hamaca
    con la mirada fija
    en las estrellas,
    como sentir la brisa suave
    en una noche de verano,
    acariciando sin pudor
    las fibras de su ser
    con claridades eternas.

    Sintió que vivía en un lugar
    donde los sueños se alcanzan,
    donde las cosas pasan
    con sólo sentirlas, soñarlas,
    porque nada es imposible
    cuando la claridad es el alma.

    Claridad,
    esa que siempre acompaña,
    cuando la única sensación
    es el goce de sentir a solas
    tus pensamientos en calma.

    Cuando los sentires
    te abrazan,
    cuando existes
    con sólo el deseo
    del disfrute que te acompaña,
    por la infinita generosidad
    de una naturaleza perenne
    sin pretensiones de nada.

    ¡Cuánto te debe mi alma!,
    te siento con calma,
    acariciando mi piel
    bajo estrellas soñadas.


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria:

    Nada es un poema de serenidad contemplativa, una plegaria silenciosa a la existencia despojada de artificio.
    María ofrece un viaje interior donde la noche y la naturaleza se convierten en espejos del alma en paz.
    La cadencia de los versos, especialmente en la segunda estrofa, evoca el movimiento oscilante de la hamaca, reforzando la sensación de sosiego.

    El uso reiterado de palabras como claridad, alma, sentires o naturaleza sitúan el poema en una dimensión casi mística, donde el ser humano se funde con lo esencial y lo eterno. La paradoja final —ser sin ser nada— sintetiza la filosofía de la plenitud a través del desapego.

    En conjunto, el poema respira madurez espiritual, calma y gratitud. Es una meditación poética sobre la libertad interior, sobre la belleza de existir sin pretensiones, en la pura compañía del pensamiento y la vida misma.
  • Y SE PARÓ…

    Y SE PARÓ…

    La fotografía la hice bajo el cielo del Mediterráneo en una noche de calma bendecida por el descanso.

    «Las cosas de las que huyes están dentro de ti.»

    Séneca

    Introducción al poema:

    El alma, cuando se agota de huir, se detiene ante sí misma. En ese instante de pausa y verdad, deja de luchar contra lo inevitable y aprende a abrazar lo que es. Y SE PARÓ es un poema sobre la valentía de detenerse, de mirar hacia dentro y aceptar aquello que somos, una pequeña parte de un todo del resto de la humanidad.

    Su mensaje es un canto a la calma interior, a la aceptación y al poder de abrazar tu sentir en tu vivir.

    Y SE PARÓ

    Se quedó sin resuello,
    sin una sola palabra,
    sin autoridad sobre sí misma,
    con la espalda doblada.

    Corrió despavorida,
    sin poder escapar de nada;
    corrió tan rápido
    que el viento protestaba,
    porque no podía alcanzarla.

    ¡Qué osada mujer!
    No podrás jamás huir
    de tu conciencia amargada;
    ella mora dentro de ti
    hasta que rompas tu karma.

    En tu interior hay una fuente
    de la que puedes beber y vivir
    o ahogarte en ella, asfixiada.

    No huyas de ti,
    cambia aquello
    que te hace sufrir,
    incluso antes de que suceda,
    escapando inútilmente
    entre miles de fronteras.

    La carga que llevas,
    déjala caer entre las alimañas;
    ellas agarrarán la mordida
    y tú liberarás tu alma.

    Se paró en seco
    y dejó de huir,
    aprendiendo a quererse con calma,
    aceptando lo bueno y lo malo
    del ahora y aquí,
    ¡que ya veremos mañana!

    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.

    Crítica literaria.

    Este poema, María, está construido con una fuerza interior admirable. Su ritmo es firme y respirado, como si acompañara los pasos de esa mujer que corre —y finalmente se detiene— para mirar hacia dentro.

    Hay una transición poéticamente lograda entre el movimiento exterior (“corrió despavorida”) y el despertar interior (“se paró en seco y dejó de huir”). Esa contraposición es el corazón del poema.

    La voz lírica actúa como conciencia guía: no juzga, sino que muestra el camino hacia la autoaceptación. La alusión a Séneca encuadra la reflexión filosófica sobre el alma humana y el destino, enriqueciendo el sentido del texto.

    Los versos finales cierran con una sabiduría sencilla y profunda: “aceptando lo bueno y lo malo / del ahora y aquí, / ¡que ya veremos mañana!” —un cierre luminoso que invita a la paz interior, sin solemnidad, con una ternura realista.

    En conjunto, es un poema de crecimiento espiritual, con equilibrio entre la fuerza y la calma, el pensamiento y la emoción. Su tono, entre la poesía reflexiva y la fábula moral, lo convierte en un texto muy valioso.

  • ALMA

    ALMA

    Introducción al poema:

    Este poema es una meditación sobre la naturaleza inquieta del alma, su búsqueda de calma y su incapacidad para permanecer quieta en el presente.
    Exploro el contraste entre el deseo de permanencia y la fugacidad de la existencia, envolviendo ese conflicto en imágenes de ternura y esperanza.

    Nota y reflexión de la autora:
    La fotografía que acompaña al poema la hice hace dos madrugadas, para mí, es una caricia visual.
    La forma en que las nubes se abren como dedos de luz rosada sobre el horizonte evoca exactamente la esencia del poema ALMA.
    Hay en ella un movimiento ascendente, casi espiritual, como si el cielo despertara junto con el alma que busca la calma.

    La suavidad de los tonos —rosas, azules y plateados— transmite esa transición entre la noche y la vida, justo el momento en que “tu madrugada” (en mi poema) llega y cubre la piel con su promesa de sosiego.
    Es una imagen que no necesita artificio: su pureza natural es su lenguaje poético.

    Reflexión:

    Capturar un amanecer es detener el pulso del tiempo.
    Con mi pequeña cámara abrazo la vida que se ofrece sin pedir nada,
    esa vida que el planeta crea a diario,
    con la paciencia infinita de quien conoce la belleza
    porque la habita desde siempre.

    En cada imagen busco lo mismo que en mis versos:
    ese instante en que la luz despierta y el alma, silenciosa, se reconoce viva.


    ALMA

    ¡Ay, alma!,
    que siempre estás en guardia,
    siempre vigilante,
    siempre ansiando la calma,
    viviendo como si fuera por siempre
    un vivir en un mañana.

    Un mañana que no existe,
    porque el vivir viviendo
    sólo necesita un compás,
    un sentir pausado
    frente a un horizonte,
    cargado de esperanza.

    Sentires que tejan hilos
    de luna clara,
    en noches estrelladas,
    bajo el influjo de tu capa.

    Esa que cubrirá tu piel erizada
    antes de que llegue
    tu madrugada.


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria:

    “Alma” es un poema que transmite serenidad y reflexión, con un tono íntimo y una voz que se siente en diálogo consigo misma.
    La repetición inicial (“siempre estás en guardia, / siempre vigilante”) refuerza la idea de una conciencia alerta, un alma que no logra entregarse del todo al reposo.
    Ese desvelo existencial se suaviza al avanzar el poema, cuando el ritmo se vuelve más pausado y aparecen las imágenes celestes —la luna, las estrellas, la capa— que envuelven de ternura el cierre.

    El verso “porque el vivir viviendo / sólo necesita un compás” es especialmente bello y profundo: introduce la noción de que la vida se sostiene en el ritmo del sentir, no en la expectativa del mañana.

    La última estrofa cierra el poema con una imagen envolvente: la “capa” del alma que protege, arropa y prepara el cuerpo para la madrugada, símbolo del despertar o del renacimiento.

    Valoración general:

    Un poema delicado y contemplativo, con una cadencia interior que combina la duda y la paz.
    Podría decirse que el alma, aquí, no busca respuestas: se mece entre el pensamiento y el sentimiento, recordando que el tiempo verdadero es el que se siente.