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  • VOLVORETA.

    VOLVORETA.

    Se irguió con lentitud
    al levantarse en la «madrugá»,
    para comerse el día a «bocaos»
    con ferocidad.

    Los temores que la amenazaban
    serían casi imposibles de frenar.

    ¡Fájate bien, que tu espalda
    no se doble ante la adversidad!

    ¡Qué genio gastaba su naturaleza
    de guerrera bizarra,
    cargada de batallas,
    muchas aún por lidiar!

    Percibió los influjos de su casa vieja
    susurrando historias de seres impacientes
    por sentir la luz de una mariposa de aceite,
    sobre una mesa de madera vencida
    de tanto trajinar con cuchillos
    y cucharones duros de pelar.

    Sentía el burbujeo de olivas
    macerándose en una gran tinaja,
    acurrucadas sobre romero verde,
    laureles y pan con el que «pringar» la delicia del contenido de esa tinaja, emanando olores imposibles de detener.

    Con una aceituna aún en su boca
    se calzó sus zapatos y se marchó,
    con la certeza de tener que luchar
    contra riscos altísimos de trepar.

    Al final del duro día
    alcanzó la cima,
    sintió que la presión desaparecía,
    que la noche volvía a caer.

    Dejó su coraza en el camino
    y sus temores hasta el próximo amanecer,
    donde volvería a fajarse hasta el anochecer.

    ¡Ay noche!, tu oscuro manto
    crea sobras que no son,
    que viven sin formas de aparecer
    entre claros oscuros,
    saciados de sueños
    destrozados en los despertares
    que inundan de realidades
    aún por conocer.

    Valentías de vidas,
    con pequeñas volvoretas
    iluminando la oscuridad
    antes del amanecer.

    Cuando la oscuridad se retira,
    la voracidad retenida despierta,
    y la luna devuelve
    su sombra chinesca,
    en el aleteo de cada vuelo,
    de cada vida que, como la mariposa,
    alza sus alas para desaparecer,
    tras vencer la noche,
    tras mecer los sueños
    bajo la luz de una pequeña llama,
    bajo el influjo de renaceres 
    ante la aventura de un nuevo día,
    por el influjo de una mariposa que alumbrara su volver.

    Valentías de vidas,
    con pequeñas volvoretas
    iluminando la oscuridad
    antes del amanecer
    dejando la sombra cegada
    con la voracidad contenida
    hasta que de nuevo,
    la luna ampare la danza de sombras
    alrededor de su volvoreta,
    de cada uno de sus dias
    antes de otro nuevo amanecer.


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.

    Nota de la autora:

    Volvoreta: mariposa en gallego, históricamente se escribió siempre con dos uves, aunque el gallego normativo moderno la escribe con dos b (bolboreta). Es cuestión de gustos, a mí me gusta más con las V, porque me recuerda a las alas de tan bello ser.

  • DE PUNTILLAS

    DE PUNTILLAS

    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.

    Nota de la autora:
    Este poema nació en uno de esos momentos en que necesito elevarme apenas sobre mis pies para ver la vida desde mi pequeñez, sin invadirla. Es un susurro de libertad íntima, un deseo de no dejar huellas que pesen, de sentir sin ruido, de ser sin tener que estar. La imagen que lo acompaña hace visible ese andar callado que a veces me sostiene, cuando sólo quiero rozar el mundo sin marcarlo.

  • UN PAPA HUMANO, UN HOMBRE BUENO.

    UN PAPA HUMANO, UN HOMBRE BUENO.

    Y vivió como pensaba,
    como su corazón marcaba,
    como su alma soñaba.

    Eternamente creyó
    en un mundo único
    para todas las almas,
    sin distinción de razas.

    Y se atrevió,
    se atrevió a defender a migrantes
    desahuciados entre fronteras,
    atrapados sin futuro ni valor.

    Imaginó que la Tierra sería
    el cobijo de miles de voces,
    sin necesitar clemencias,
    sin miedos a guerras,
    sin sentir opresión.

    Imaginó que no cabría el perdón
    porque nadie osaría ser superior,
    para saberse dueño
    de miles de vidas humanas
    de distinto color, amores o condición.

    ¡Ay, hombre bueno!,
    tu aurora quedará por siempre
    mecida en peregrinación,
    porque tus propios pasos
    en la Tierra
    han dejado la huella
    de tu revolución humanista,
    de tu enorme valor,
    de tu franca risa,
    de tu bendita pasión
    por el devenir del mundo
    para pedir PAZ en cada rincón.

    Una Tierra que hoy abraza tu cuerpo,
    uniéndolo a tu benefactor,
    que desde ese lugar sereno
    te abrazará con infinito amor.

    Querido hombre bueno,
    DESCANSA EN PAZ en ese rincón,
    de un cielo que te vio nacer
    y que ahora mece tu buen corazón.

    Soldado amigo,
    hoy tu batalla se quebró,
    para iniciar un camino
    que el amanecer
    a tu montaña te llevó.

    Un hombre bueno,
    un alma noble cargada de valor.

    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.
  • SAETA AL CAUTIVO.

    SAETA AL CAUTIVO.

    Agarra el dolor sobre el costado,
    sintiendo el calvario
    de saberse cautivo
    entre mudos soldados.

    La vida se trunca al instante
    presa de maldades de mercados,
    atesorados a cambio de la vida
    del cautivo profanado.

    El arrastre de pies,
    que soportan encadenados,
    tras el paso del Olivo Santo.
    El silencio se adueña de mantras
    al compás de cirios quemados.

    La noche se carga de silencios,
    de "quejíos" desbordados
    bajo palios mecidos
    al compás de hombros cansados.

    El cantor templa
    sonidos desgarrados,
    para rendir cuentas
    ante el dolor de un Campo Santo.

    La saeta solloza
    por penitencias,
    de una noche de dolores
    frente a ojos azabaches
    con llantos desgarrados.

    El manto que cubre su espalda
    cae sobre sus pies descarnados,
    treinta monedas malditas
    nunca hicieron tanto daño,
    monedas cargadas de maldad
    que aún hoy van de mano en mano.

    Llora cantor,
    llora con tu pecho descarnado,
    por el sufrimiento
    sobre la piel del maltratado,
    aquel que mora entre el cielo
    y una Tierra cargada
    de sufrimientos y sueños quebrados
    por la avaricia de un mundo mutilado.

    Entre la multitud
    una trompeta llora sin descanso,
    por el devenir de pasos arrastrados.

    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.
  • LA MALDAD

    LA MALDAD

    Crecer sin ir hacia atrás,
    con la certeza plena
    de que lo bueno permanecerá,
    que el monstruo inhumano se extinguirá,
    dando paso a un mundo
    en el saber y entender,
    y que aún siendo prescindibles
    todos somos insustituibles.

    El saber del ser humano
    está pegado a la bondad,
    sin ella no hay pasos que dar,
    porque los pasos que hacen el camino
    huellas dejan al andar,
    para que los hijos nacidos
    tengan donde morar,
    sin miedos ni amenazas
    que destruyan su caminar.

    No existe un camino
    si sólo se anda para medrar,
    entre intereses innobles
    que apresan a la humanidad.

    Camina sintiendo a cada paso
    que tus pies te llevan a tu verdad,
    esa verdad en la que crees
    y que te dará fuerzas para llegar,
    porque caminar avanzando
    es construir un nuevo mundo
    donde no cabe la crueldad.

    Maldades que se agotan
    a cada paso que dan,
    porque sus pies ya no saben caminar,
    porque sin huellas
    no se hace camino,
    no se llega a ningún lugar.

    Maldades malditas que morirán.

    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.
  • QUERIDO PADRE, QUERIDO ABUELO.

    QUERIDO PADRE, QUERIDO ABUELO.

    Tejes vida, vida que nos hace crecer y sentir.
    Sentires que día tras día nos dan fuerzas
    con un por qué, con un seguir.

    Nada podría ser sin tu propio vivir,
    sin ese honesto ejemplo que nos enseña
    a marcar las huellas de cada pisada,
    por caminos sembrados al alba
    en cada una de mis mañanas.

    Padre, tu mano siempre está tendida,
    siempre aferrada a mí,
    con la generosidad infinita de darme todo,
    sin nunca saber tú qué pedir.

    Padre, abuelo, cuánto os debe mi alma,
    cuánto sentir me acompaña
    con sólo rememorar vuestras miradas,
    vuestras manos tendidas hacia mí.

    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.
  • AQUÍ, AHORA, LLANTOS DESGARRADOS.

    AQUÍ, AHORA, LLANTOS DESGARRADOS.


    Introducción:

    En este extenso y hondo poema, María nos sitúa frente al desgarro del presente y a la necesidad de volver al origen. La voz poética se debate entre la náusea existencial y la esperanza de reconstrucción, entre la culpa colectiva y la fe en una conciencia capaz de redimir lo humano.
    AQUÍ, AHORA, LLANTOS DESGARRADOS es un viaje hacia el reconocimiento del dolor del mundo y una afirmación de que la vida —pese a su crudeza— aún puede reconfigurarse desde la emoción, el pensamiento y la memoria creadora. El poema respira la urgencia de quien no sólo observa, sino que siente en su propia carne el derrumbe y la necesidad de recomenzar.



    AQUÍ, AHORA,
    LLANTOS DESGARRADOS

    Y un día pasó,
    todo se volvió pequeño,
    inaccesible, lejano.

    Mi estómago se hizo presente,
    sin que nada estuviese cercano,
    sin que nada aliviase mi repugnancia,
    ese asco que enraíza
    hasta el flujo más lejano.

    Nos volvimos humanos
    con pretensiones de amos,
    de miles de vidas
    a las que hacer daño.

    Ese daño que infringen
    no sólo unos cuantos.
    ¡Qué pequeños, qué insensatos!
    Cuánta inmensidad de lo desconocido
    baja sin freno mi ánimo.

    Cuántas pequeñas vidas
    dentro de mil vivencias,
    dentro de cada paso.

    ¡Ay, vida!
    ¿Es que no puedes parar parando?
    Sintiendo que vivo
    sin dar ni un solo paso.

    Momentos precisos
    para sentarme un rato,
    para sólo pensar,
    sólo crear un pequeño espacio.

    Espacio para sentir mi latir,
    para sentir mi vivir,
    para estar en mi ahora,
    en mi aquí,
    en mi propio mundo creado.

    ¡Lo haré!
    Construiré con emociones,
    cimentaré con la inmensidad de lo vivido,
    sin tener reparos.

    Crearé mi memoria,
    crearé mi poder frente al infinito,
    frente a ese futuro desconocido
    que ocupa mi vivir diario.

    Ese sitio,
    ¿dónde?
    ¿Cómo construirlo?
    ¿Cómo hacer para no echarlo abajo?

    Ese pellizco en las entrañas
    de mi cuerpo castigado
    por el devenir del alma,
    que llora o ríe con descaro.

    Ese pellizco maldito
    que presiente la destrucción,
    el fracaso.

    Ese miedo eterno a lo que no veo,
    pero pienso sin descanso.
    Ese sentir nauseabundo
    que destruye lo más humano.

    ¡Miles de vidas arrasadas!
    ¡Seres vivos destrozados!
    Porque miles de malditos muros
    nos vienen separando,
    destruyendo sin medida
    todo lo que hemos creado.

    Manos que blanden armas
    para robar lo soñado,
    lo creado por el Planeta Tierra,
    que no deja de estar preñado
    de vida, de luz, de agua,
    de todo lo que necesitamos.

    Todo aquello que pertenece
    no sólo a unos pocos,
    a todos los seres vivos,
    incluido el humano.

    Ese maldito sentimiento de poder
    sobre tus propios hermanos,
    hermanos de una Tierra noble
    fecundada sin descanso,
    una Tierra en estado eterno
    de esperanzas y quebrantos,
    una Tierra de eternidades claras
    con conciencia de finitos plazos.

    Sentires de un presente feroz,
    de un porvenir quebrado,
    de pertenencias a tribus
    que sólo pretenden usarnos,
    como si sólo fuéramos el medio
    para conseguir lo anhelado,
    un trozo de cada vida,
    un mundo destrozado.

    Nada es necesario
    cuando pretendemos tanto.

    ¡Tanto, tanto!
    ¿Qué es todo esto
    que ahora estamos llorando?

    ¡Ay, conciencia!,
    eres el tesoro guardado,
    la única que podrá sacar
    lo bueno de lo humano.

    Inmensidades creadas,
    pensamientos abrumados,
    tratando de terciar
    entre lo divino y lo humano.

    Reconciliar desde la razón,
    reconciliar desde el amor
    que nos debemos como hermanos,
    que un día fuimos parte
    de un mismo vientre preñado,
    una Tierra que no es el hogar
    de sólo unos cuantos.


    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


    Crítica literaria:

    El poema “AQUÍ, AHORA, LLANTOS DESGARRADOS” se erige como una reflexión poético-filosófica de gran alcance moral y emocional. María entrelaza la experiencia íntima del asco, la culpa y el miedo con la mirada universal de una humanidad que ha perdido el rumbo. El texto fluye como un torrente de conciencia, donde lo corporal y lo espiritual dialogan sin artificios.

    El inicio es visceral: el cuerpo siente la repugnancia del mundo degradado. Desde ese temblor orgánico, la poeta alza un discurso que crece hacia la denuncia y culmina en una plegaria de redención. La voz poética no se separa del dolor ajeno; lo incorpora, lo habita, lo hace propio. Esa compasión doliente, tan característica de tu escritura, transforma el poema en un espejo del alma colectiva.

    Estructuralmente, el poema tiene un ritmo libre, que se expande como respiración de pensamiento. Los versos breves y los encabalgamientos dan la sensación de tránsito interior, de búsqueda incesante. La reiteración de ese pellizco, ese miedo, ese maldito sentimiento enfatiza la angustia reiterada que atraviesa lo humano y la naturaleza.

    El tono evoluciona desde lo íntimo hacia lo cósmico: del cuerpo enfermo al planeta herido, del yo al nosotros. En esa transformación reside la fuerza de tu obra: la fusión entre lo personal y lo universal, entre lo ético y lo poético.

    El cierre, con su llamada a la conciencia y la reconciliación, devuelve la esperanza sin ingenuidad: un ruego nacido del conocimiento del daño, pero aún sostenido por la fe en la bondad humana y en la memoria de la Tierra como madre común.

    En suma, es un poema poderoso, valiente y profundamente humano, donde la palabra se convierte en acto de conciencia y en testimonio del dolor y la belleza que aún persisten.

     

  • VESTIDO DE DOMINGO Y UN CHARCO

    VESTIDO DE DOMINGO Y UN CHARCO

    Introducción:

    En Vestido de domingo y un charco, María Bueno rescata la dulzura de la infancia y el equilibrio entre la inocencia y la norma. La escena, sencilla y universal, encierra un ritual cotidiano: el deseo infantil de pisar un charco frente a la voz adulta que advierte sobre el peligro del barro y del vestido nuevo.
    Entre el impulso libre y la contención impuesta se dibuja un retrato generacional: el de quienes aprendieron a disfrutar dentro de los límites, sin renunciar al gozo más puro de la vida.


    VESTIDO DE DOMINGO Y UN CHARCO

    Posa la pisada con cuidado,
    no sea que el agua lleve barro.

    Se atreve con el segundo pie,
    ¡ya está sobre el charco!
    Ahora cuidado,
    sólo arrastraré un poquito
    la suela sobre el fango,
    ¡mis botas de agua
    son fieles soldados!,
    me protegerán del enemigo
    que vive en el charco.

    ¡Chapoteará por fin!,
    ¡con patadas al agua!,
    pero con mucho cuidado
    porque lleva un vestido
    recién estrenado,
    con la prohibición de mancharlo.
    Hoy es domingo
    y no puede ensuciarlo,
    podría provocar todo un enfado
    con amenazas tiernas
    y mantras heredados:
    ¡Ya te lo dije!
    ¡No pises los charcos!
    Tu vestido no entiende de fangos,
    debes cuidarlo
    porque sólo los domingos
    puedes usarlo.

    Trocitos de recuerdos
    sin enemigos malvados,
    porque sólo era el disfrute
    de chapotear sobre un charco.


    Crítica literaria:

    Este poema logra una ternura conmovedora a través de un lenguaje limpio y una estructura narrativa ligera, casi visual. La autora nos sumerge en una secuencia que se lee como una pequeña película de la memoria: un pie, luego el otro, la risa contenida, el miedo al regaño, la felicidad del instante robado.

    El uso de exclamaciones y repeticiones (“¡Chapoteará por fin!”, “¡Ya te lo dije!”) da ritmo y autenticidad, evocando el tono de la niñez y las voces familiares. Además, el contraste entre el “enemigo del charco” y la “prohibición de manchar el vestido” convierte la anécdota en metáfora: la vida adulta nos enseña a cuidar la apariencia, a evitar el barro, pero la infancia —y el alma libre— buscan, inevitablemente, saltar dentro de él.

    La última estrofa cierra con una nota nostálgica, casi redentora: los recuerdos, al final, no tienen enemigos, sólo la pureza de un instante vivido con alegría. El poema es, en esencia, un canto a la inocencia resguardada, a la belleza de lo pequeño y a la memoria que sigue chapoteando, limpia, dentro de nosotros.

    © María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.
  • GUÍA ANTE SITUACIONES BÉLICAS (creada por Suecia).

    Hola.

    Les paso la Guía ante Crisis y Guerras que  publicó el Gobierno de Suecia para su población, también lo están haciendo Francia, Bélgica y Alemania, además de otros países en Europa.

    La sacaron en varios idiomas pero no en castellano, así que la hemos traducido para quien la quiera tener.

    Aunque es para la población de Suecia, gran parte de su contenido y los consejos que dan son válidos para cualquier país.
    Está guía la pueden compartir libremente.

    Con el deseo de que nunca tengamos que usarla, pero también con la prevención de saber cómo protegernos a nosotros y a nuestras familias.

  • GUÍA DE EMERGENCIAS GRATUITA PARA DESCARGAR EN PDF

    Portada de la Guía de Emergencias ante Desastres 2022.
    Pulse en el enlace, que está más abajo.
    (enlace seguro)

    ¿POR QUÉ LA CREACIÓN DE ESTA GUÍA Y MANUAL PARA EMERGENCIAS?

    Ante el «APAGÓN» que se ocasionó en España y otras zonas cercanas a nuestro país hace meses, les pongo de nuevo aquí esta guía para saber cómo actuar ante cualquier tipo de emergencias. La guía es gratuita y su descarga en PDF es segura. No es cuestión de alarmarse, pero sí es imprescindible que sepamos cómo actuar.

    Esta guía está basada en la recopilación de datos e información de los servicios de emergencias públicos de España y de otros países con una larga experiencia en siniestros de distinta índole.

    RUEGO COMPARTAN ESTA GUÍA GRATUITA, QUE PUEDE SER DE AYUDA EN MOMENTOS DE EMERGENCIA.

    En el año 2022 hice esta guía de emergencias ante desastres naturales o provocados.
    Les facilito la guía en PDF a través del siguiente enlace para que la puedan descargar y compartir (es aconsejable tenerla impresa en papel para un uso más rápido y fácil):


    Todas las fuentes consultadas están referenciadas en la guía, todos los datos han sido tomados de estamentos públicos fuera y dentro de España.

    No hay costumbre de instruir a la población para que podamos saber cómo actuar ante emergencias.
    Todos deberíamos aprender cómo actuar por pura prevención y principio de precaución.
    He tomado como ejemplo y como base las guías de los estamentos públicos de Estados Unidos, Japón, y  otros países de Europa con una amplia cultura de prevención.

    Es importante saber actuar en el caso de cualquier emergencia por desastres de cualquier índole.
    En la cultura general de la población de Estados Unidos, China, Japón y otros muchos países europeos, desde la más temprana infancia las personas están informadas y formadas a través del sistema educativo y a través de su comunidad, de las medidas que hay que tomar para enfrentarse a situaciones de distintos niveles de gravedad o dificultad.
    Se ha comprobado y está claramente demostrado que, ante una emergencia, si se sabe cómo actuar, podrá salvar su vida y ayudar de manera eficiente a los demás, colaborando de forma eficaz con el personal de emergencias públicas y haciendo más fácil la complicada tarea de los distintos dispositivos (bomberos, cuerpos de seguridad del Estado, ejército, personal sanitario, Protección Civil, etc.).
    Si los ciudadanos tenemos los suficientes conocimientos para enfrentar estas situaciones, los operativos de emergencias podrán tener nuestra ayuda haciendo mucho más eficaces las medidas que se tomen para el control del desastre, evitando con ello mayores daños personales y materiales para toda la población afectada.

    Con todos mis respetos y con el deseo de que sirva de ayuda,

    María Bueno. ©