Introducción:
Este poema nace del vínculo irrompible entre hermanos, ese lazo tejido desde la infancia y que continúa latiendo incluso cuando la distancia, la ausencia o el paso del tiempo parecen querer interponerse.
Aquí, la autora abraza recuerdos de una amiga del alma que rinde homenaje al amor fraternal entre hermanos —los juegos, las risas, las enseñanzas— y los convierte en una fuerza vital que se mantiene viva en el presente de esa amiga querida.
El hermano es presencia, cobijo, estrella guía y raíz que no desaparece.
Es un canto profundo a la memoria afectiva, a lo que permanece para siempre en el alma cuando el amor es verdadero.
HERMANO
Por siempre en mi sentir.
Sentires que nos unieron en el vivir,
compartiendo sueños y enseñanzas
cargados de juegos,
de recuerdos de infancia
que hoy guardo en mi alma
y crecen junto a mí.
Te llevo unido a mi latir,
con momentos regalados
por tu risa eterna,
por tus ganas de vivir.
Ese adulto que tejió
hilos de abrazos y cariños,
que hoy son parte del aire
que me ayuda a seguir.
Hermano de alma y vientre,
la estrella que te cobija
pinta circuitos eternos
para llegar hasta mí.
Hermano,
guárdame un trocito de estrella,
guárdame en tu existir,
porque te quiero a morir.
Crítica literaria:
Este poema está impregnado del sello emocional que caracteriza tu escritura, María: cercanía, ternura, humanidad y verdad.
La voz poética avanza desde la niñez hasta la adultez con un hilo continuo que funciona como metáfora del propio lazo fraternal. Destacan:
Fortalezas:
La musicalidad emocional: los versos fluyen con naturalidad, como un recuerdo que se narra y se respira a la vez.
Las imágenes delicadas, especialmente “hilos de abrazos y cariños” y “la estrella que te cobija”, que aportan una dimensión espiritual sin perder la sencillez.
La honestidad del sentimiento: no hay artificio, sólo vivencia pura hecha palabra.
Estructura y ritmo;
El poema está bien construido: avanza en bloques que se corresponden con etapas de la vida compartida. Los cortes en los versos acompañan la respiración emocional.
Últimos versos:
“Porque te quiero a morir” cierra con una fuerza rotunda, íntima y profundamente humana.
En conjunto, es un poema que abraza, que recuerda y que eleva el amor entre hermanos a un plano casi sagrado sin dejar de ser cotidiano porque ante la ausencia, se impone el cariño y los quereres eternos.
