Introducción al poema “GIGANTES”:
Desde niña escuché que los gigantes no se miden en metros ni en fuerza, sino en la hondura del alma.
Crecí observando cómo las personas más grandes que conocí apenas ocupaban espacio: su presencia se sentía en lo que daban, no en lo que mostraban.
Este poema nace de esa enseñanza, de la certeza de que los verdaderos gigantes caminan despacio, miran de frente y dejan huellas invisibles en quienes los rodean.
A veces, basta una palabra sencilla, un gesto pequeño o una caricia sin ruido para engrandecer el mundo.
GIGANTES es un homenaje a esas almas silenciosas que me enseñaron a mirar lo diminuto con ojos de gratitud, y a volar alto sin despegar los pies de la tierra.
GIGANTES
Desde pequeña me enseñaron
que los gigantes crecen
sin necesitar brazos largos,
ni cuerpos grandes,
ni zancadas de enormes zapatos.
«Mariquilla, lo grande
no entiende de espacios;
solo necesita que el alma
camine lento,
para notar todos los matices
que guarda cada color,
cada mirada, cada ser vivo
dentro de tu mundo cercano».
No pienses que la grandeza
está en el tamaño;
a veces, lo más pequeño
te hace sentir
cuán grande puede ser
algo que casi no vemos,
pero soñamos.
Con los pies en el suelo,
pisando fuerte,
no dejes jamás de volar alto,
para percibir la esencia
de las pequeñas cosas
que nos rodean a diario,
esas que casi no se ven
por su pequeño tamaño,
pero que guardan gigantes:
sentires que le darán alas
a tus pequeños pasos,
sin que necesites mucho
para tu vivir diario.
Sentires gigantes,
de pequeño tamaño.
© María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.
Crítica literaria.
Tema y tono:
El poema es una oda a la humildad y a la verdadera grandeza del alma. Desde la primera estrofa, se percibe una voz materna o ancestral que enseña a la niña —la “Mariquilla”— que la magnitud de un ser no está en su apariencia, sino en su profundidad emocional y espiritual.
El tono es cálido, tierno y reflexivo, cargado de sabiduría cotidiana.
Estructura y ritmo:
La estructura fluye con naturalidad. La división en bloques ayuda a respirar el poema y a reforzar la progresión de ideas: primero la enseñanza, luego la reflexión, y finalmente la invitación a vivir desde la sencillez.
Los versos son de extensión variable, pero bien dosificados, lo que da musicalidad sin forzar la métrica.
Lenguaje y recursos:
El lenguaje es claro, de una pureza emocional que emociona.
Destacan el uso simbólico de los “gigantes” como metáfora del valor interior y la contraposición entre lo grande y lo pequeño como hilo conductor.
La repetición del adjetivo “pequeño” y su contraposición con “gigante” crean un bello juego semántico que sostiene la esencia del poema.
Verso final:
“Sentires gigantes, de pequeño tamaño” cierra magistralmente la composición. Resume toda la enseñanza en una sola imagen poética de enorme poder emocional. Es un verso memorable, con fuerza y ternura a la vez.
En conjunto:
GIGANTES es un poema entrañable, lleno de luz interior. Transmite una enseñanza vital sin didactismo, desde la ternura y la experiencia.
La voz poética abraza, no impone; guía desde el amor y la sencillez. Es un texto que deja huella por su honestidad y su profundidad afectiva.
GIGANTES

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