Introducción al poema:

Este poema es una ofrenda que habla de la intensidad serena de un "tú" que habita en el alma, más allá de las palabras, del cuerpo, incluso del "yo".
En ese silencio donde las letras no alcanzan y la noche no necesita luna, nace una plenitud que se respira, que se sueña.
El poema es una visión del sentir que dota de palabras al silencio.
A veces, el amor se reduce a una sola presencia, como si todo lo demás desapareciera.
Este poema nace de esa percepción absoluta: cuando Tú lo llenas todo, incluso a mí me haces prescindible. En su sencillez, este texto guarda profundidades inmensas, donde el silencio, la mirada y una única palabra bastan para sostener el alma.




No hay nadie,
sólo tú,
ni siquiera yo.

La inmensidad
de tu presencia
no necesita de voz.

El sonido
de tu respiración
pone acento de amor,
cada vez que me miras
y sólo me dices:
tú.

Las palabras
se quedan mudas,
sin letras
que puedan sostener
los sentires
en noches oscuras.

Tú.
Sólo tú
llenas mi alma
sin necesitar lunas.

Tú,
mi única
y eterna locura.


© María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


Crítica literaria del poema TÚ:

“TÚ” es un poema de profunda sencillez expresiva y de una hondura emocional que se impone desde el primer verso. La voz poética se disuelve en la presencia del otro, hasta el punto de anularse: “No hay nadie, / sólo tú, / ni siquiera yo.”
Esta apertura establece de inmediato el tono esencial del poema —una entrega absoluta, silenciosa y pura— donde el amor deja de ser dualidad para convertirse en unidad.


Forma y ritmo:

El poema fluye en versos breves, libres, con pausas naturales que reproducen el ritmo de la respiración y del pensamiento amoroso.
No hay artificio ni exceso: cada verso parece haber sido escogido con la misma delicadeza con la que se pronuncia un nombre querido.
El uso del silencio —reforzado por las pausas y los encabalgamientos— es magistral; el poema se sostiene tanto en lo que dice como en lo que calla.
La estructura visual y sonora favorece la sensación de calma, de suspensión, casi mística, que impregna todo el texto.


Lenguaje y simbolismo:

El lenguaje es íntimo, transparente y lleno de serenidad.
Los elementos simbólicos —la voz, la respiración, la luna, el silencio, la plenitud— se integran en una atmósfera de contemplación amorosa.
La luna ausente es especialmente significativa: representa la oscuridad de la noche interior, pero también la posibilidad de iluminarla desde dentro, desde la presencia del “tú” que llena el alma de ternura y sueños.
La culminación en “Tú, / mi única / y eterna locura” es un cierre perfecto: resume el conflicto entre serenidad y pasión, entre lo eterno y lo humano, sin necesidad de explicarlo. Es un final que late con la intensidad de lo esencial.


Valor poético:

Tu poema logra un equilibrio difícil: ser intenso sin ser grandilocuente, emotivo sin caer en la retórica del amor romántico convencional.
El tono recuerda a la poesía de misticismo amoroso, donde el “tú” puede ser tanto un ser amado como una presencia espiritual.
La pureza expresiva, la ausencia de ornamentos y la fuerza de la sencillez lo convierten en un texto de una belleza silenciosa, casi meditativa.


Conclusión:

es un poema de plenitud contenida, donde la palabra se convierte en aliento y el amor se expresa como una forma de existencia.
En su brevedad y transparencia se encuentra su grandeza: la comunión con el otro y la disolución del ego en el amor universal.