MUCHO MÁS ALLÁ

Introducción al poema:

Hay encuentros que no responden al azar, sino al llamado silencioso de dos almas que se buscan desde siempre.
Este poema habla de ese reconocimiento profundo, de la certeza inmediata de pertenencia, del deseo de fundirse en un solo ser para caminar juntos más allá del tiempo.

Es un poema que habla del amor en su forma más pura y trascendente: un amor que reconoce, que se encuentra, que se escapa del mundo para ser sólo alma, sentir y eternidad.

La belleza en la forma en que se conecta lo terrenal con lo eterno, lo vivido con lo soñado, y cómo la intensidad del sentir traspasa el tiempo, es lograr que la pasión no sea solo deseo, sino necesidad de fundirse en algo más grande que uno mismo.
Es un canto al amor que no teme perderse, porque sabe que en su entrega total está la eternidad.


MUCHO MÁS ALLÁ

Cuando llegaste a él, lo sintió,
él sabía que era su anhelo de pasión.
Ella vio el alma que siempre buscó.

Sintieron la precipitación
de querer abrazar,
de ganas de dar,
de ilusión por amar.

Debían escaparse a un lugar
donde nadie pudiera llegar,
allí donde sus orillas rozar,
inundar, acercar, enredar,
fundiéndose para no ser más
que un solo ser, un solo soñar.

De tanto vivir,
los sentires crecieron hasta volar,
tejiendo con hilos de plata
los años vividos en su caminar.

Nunca terminaría aquel sentir
que los encadenaba
hasta volver a empezar,
sabiendo que ese día
sería el primero que los ataría
hasta la eternidad.

Un día cualquiera,
salieron a pasear,
enfilando una senda
por la que se perdieron sin más,
sin necesidad de morada,
sin volver la vista atrás,
rodeados de estrellas,
donde poderse amar
por siempre jamás.


© María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


Crítica literaria:

El poema MUCHO MÁS ALLÁ es una delicada evocación del amor absoluto, aquel que trasciende los límites del tiempo y del espacio. Su tono romántico y soñador nos transporta a un universo íntimo, donde los cuerpos y las almas se funden en un solo latido.

La autora utiliza un lenguaje cálido y fluido, con versos que fluyen como un susurro, donde la cadencia del sentimiento domina la forma. Destaca la reiteración de acciones ("abrazar", "dar", "amar"), que refuerzan la urgencia emocional y el deseo de unión.

El cierre —“por siempre jamás”— resuena como un eco de eternidad, elevando la experiencia amorosa a una dimensión espiritual. El uso de imágenes como los “hilos de plata” o las “orillas que se rozan” aportan lirismo y sutileza visual, mientras que la firma final, “Mía”, pone el sello íntimo de pertenencia emocional, más allá del tiempo y de la muerte.

En conjunto, un poema que vibra con intensidad serena, donde el amor se convierte en destino y trascendencia.