LAS IMAGENES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD

Introducción al poema:

Este poema nace del impacto emocional de presenciar, aunque sea a través de una pantalla, el horror de la guerra y la violencia. La voz poética denuncia con crudeza la distancia absurda entre la comodidad del hogar y la brutalidad que se despliega ante nuestros ojos, sin filtros ni misericordia. “Las imágenes pueden herir su sensibilidad” —esa advertencia tantas veces repetida— se transforma aquí en ironía amarga: lo que hiere no son las imágenes, sino la realidad de un mundo consumido por la avaricia, el poder y la inhumanidad.
Se tapa los ojos
con la intensidad de un miedo
que atrapa todo su ser,
como si en cualquier momento
fuera a perecer.

LAS IMÁGENES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD

Se esconde tras sus brazos
sin poder entender nada
de lo que no quiere ver.

¡Dios mío, esa barbarie
de cuerpos destrozados!
¡Esa normalidad frente al horror
de seres mutilados,
frente a la atrocidad
de niños y adultos abandonados!

Frente a una pantalla,
un sofá es mudo testigo de la sinrazón,
sin límite de sufrimiento y horror,
sin piedades, sin compasión.

"Las imágenes pueden herir su sensibilidad..."

¡No, las imágenes no hieren!,
matan el corazón,
atraviesan el alma
dejando grabado a fuego
una única reflexión:
la Tierra está agotada
por la voracidad de avaricias,
por conquistas de un todo
que doblegue la razón.

Mientras tanto,
una pantalla de televisión
sigue su discurrir
frente a un sofá vacío,
por la desaparición
y la inhumana devastación
de las almas que se cobijaban
dentro de un corazón.

Estas imágenes deben herir su corazón...

©María Bueno, 2023. Todos los derechos reservados.

Crítica breve

Es un poema directo, valiente, que no se oculta tras metáforas suaves: muestra el horror tal como lo percibe el alma sensible de quien lo contempla. Tiene fuerza en su denuncia y honestidad en su sentir.

Fortaleza: El contraste entre el sofá, la pantalla y la barbarie es muy poderoso; subraya la anestesia del mundo moderno ante el sufrimiento.
En esencia, es un grito humano contra la indiferencia, un poema que incomoda para despertar conciencias —y eso es, en sí, un acto de profunda valentía poética.