RAZA ¿HUMANA?

Introducción al poema:

Este poema reflexiona sobre la condición humana, cuestionando el sentido mismo de la palabra "raza" cuando se observa desde la perspectiva de la vida, la esperanza y la unidad esencial de las personas. Las imágenes marinas, los atardeceres y las travesías evocan las migraciones y los sueños de quienes buscan un lugar seguro, mientras se plantea una pertenencia común a la Tierra como hogar y origen de todos.


RAZA ¿HUMANA?

Raza sobre la piel,
sobre ojos que ven
esperanza en el horizonte,
surcando aguas bravas
sin temor a perecer.

Raza en sus palabras,
con sonidos que penetran en la piel,
recorriendo el curso de ese mar
con crecidas cargadas de sueños,
que reposarán en la arena
de aguas doradas por la luz del atardecer.

¡Ay, atardeceres vivos!
Las almas que recorren tus orillas
sueñan con un eterno encuentro
con aroma a vida,
sin miedos ni pesadillas sobre su piel.

Raza, ¿a quién perteneces?
A la Tierra que me dio mi ser,
a la única que acoge la vida
haciéndola crecer,
sin nada más que importe,
sólo razas de vidas,
sólo vidas de gentes,
sin nada más que pretender.

Raza,
la que nace
de la fuerza del querer.

© María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.


Crítica literaria:

"Raza ¿Humana?" combina un tono lírico con un mensaje de fuerte carga ética. El mar funciona como símbolo de tránsito, riesgo y promesa, mientras que la luz del atardecer aporta un matiz de esperanza y reposo. El cuestionamiento del concepto de raza introduce un giro filosófico que universaliza la reflexión, alejándola de cualquier división y llevándola hacia la noción de una humanidad compartida.

En lo formal, la alternancia entre versos cortos y medianos favorece el ritmo, aunque algunos pasajes ganan fuerza al aislar ideas clave —como la pregunta "¿a quién perteneces?"— para enfatizar el tono de interpelación. El cierre con "la fuerza del querer" es redondo: resume en una sola imagen la respuesta a todo el planteamiento inicial, dejando un eco emocional que perdura.

Es un poema de denuncia y de abrazo, que habla desde la empatía y la conciencia colectiva, logrando equilibrio entre lo íntimo y lo social.