TODO LO QUE TENGO

Introducción al poema:

Este poema nació de un instante de lucidez en el que comprendí, sin necesidad de más razones, que lo pequeño puede ser completo. Que la humildad, cuando habita en el centro del pecho, convierte lo poco en todo. LO QUE TENGO es un canto íntimo al contentamiento, una ofrenda serena a la plenitud que no necesita adornos. Aquí, cada deseo se aquieta al saberse suficiente, y cada momento bueno, por pequeño que sea, construye un universo entero.


TODO LO QUE TENGO

No necesito más de lo que tengo,
sé que lo tengo todo,
con la conciencia de lo pleno.

¿Qué puede estar eternamente lleno?
Aquello que, siendo pequeño,
con sólo trocitos
se siente completo;
aquello que, por mucho desear,
ya no deja espacio dentro.

¡Ay, humildad!
¿Cómo es posible que tu grandeza
se llene con lo poco que pretendo?

Humildad, hoy te entrego
mis pequeñas felicidades,
mis pequeños deseos,
sabiendo que son suficientes,
porque son todo lo que poseo.

Conciencia de plenitudes,
llena de momentos buenos,
que completan la humildad
de sentires pequeños.


Crítica literaria del poema:

Este poema se construye sobre un principio esencial: el valor de lo simple. Desde el primer verso, el yo poético proclama una certeza que no necesita adornos: “No necesito más de lo que tengo”. Con esta afirmación comienza un desarrollo sereno y profundo sobre la plenitud que brota no del exceso, sino de la conciencia clara de tener lo justo y necesario.

La figura de la humildad aparece como símbolo central, elevada a virtud capaz de contener lo inmenso en lo mínimo. La paradoja de lo “eternamente lleno” encuentra resolución en el aprecio por lo pequeño. A través de versos de ritmo pausado y lenguaje transparente, el poema revela que la grandeza se halla en lo discreto y que la plenitud es un estado del alma más que del cuerpo.

El tono íntimo y contemplativo se sostiene con elegancia, sin caer en la idealización vacía. Hay verdad en la voz que habla: una verdad que ha sido experimentada, no impuesta. La imagen del “baúl pequeño dentro de una gran cesta” (que acompaña al poema) acentúa visualmente esa idea de contención inversa: lo esencial cabe en lo modesto.

El cierre, con su “humildad de sentires pequeños”, no solo refuerza el mensaje sino que redondea el poema con una cadencia que invita a la pausa. Es un poema que no pretende impresionar, sino compartir una certeza que se ha ganado con el vivir.

© María Bueno, 2025 – Todos los derechos reservados.